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Los Derechos Lingüísticos Salvan Vidas


Por ser una organización enfocada en la justicia social, la misión de Linguistic Justice® se basa tanto en principios filosóficos como tangibles. ¿A qué nos referimos con eso? Para comprender nuestro trabajo, es necesario comprender nuestra filosofía: preservar la dignidad de todas las personas. Nuestra visión y recomendaciones fracasarían si no tomamos en cuenta esta base filosófica. Sin embargo, gran parte de nuestro trabajo se enfoca en recomendar pasos tangibles y prácticos que puedes tomar para comunicarte mejor con otros cuando se hablan idiomas principales diferentes.


Como parte de la iniciativa del Día Mundial de Defensa del Idioma (GLAD por sus siglas en inglés), y como miembros de la Coalición Global sobre los Derechos Lingüísticos, nos emociona mucho poder enfocarnos esta vez en cómo los derechos lingüísticos salvan vidas. Examinaremos cómo la accesibilidad al idioma impacta la vida de muchos de manera palpable en lo que se refiere a: el acceso a la justicia, la atención médica y la preparación ante casos de emergencias.


Acceso al Sistema de Justicia


Durante los últimos años, ha sido imposible pasar por alto la atención que los medios han prestado a los delitos de odio y los prejuicios relacionados con la raza. Una gran cantidad de datos muestran que este aumento es verdadero y que no está basado en índices noticieros infundados. Si bien los estadounidenses de raza negra siguen siendo el grupo más atacado en los Estados Unidos, la pandemia de COVID-19 instigó una violencia sin precedentes contra los estadounidenses de origen asiático. El Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo, un centro de investigación y políticas no partidista, reveló un aumento del 164 % desde el primer trimestre de 2020 hasta el primer trimestre de 2021.


En mayo de 2022, el Departamento de Justicia (DOJ por sus siglas en inglés) publicó información sobre sus esfuerzos para “Abordar y prevenir los delitos e incidentes de odio”. Las medidas están vinculadas principalmente a la Ley sobre Delitos de Odio por COVID-19 del año anterior. Es importante resaltar que en este memorando se anunció que Ana Paula Noguez Mercado se uniría al Departamento de Justicia como la primera Coordinadora de Acceso Lingüístico. Como se establece en la comunicación, “el acceso al idioma es una barrera clave para la denuncia de delitos motivados por el odio, y la Coordinadora de acceso al idioma ayudará a mejorar el conocimiento, el uso y la expansión de los recursos lingüísticos del Departamento de Justicia”.


Muchas comunidades de inmigrantes ya desconfían profundamente de la policía y otras instituciones públicas debido a las experiencias que han tenido en su país de origen. Las barreras que genera el idioma sin la atención debida solo aumentan el problema para los inmigrantes en los EE. UU. La creación de estrategias de acceso lingüístico más integrales y efectivas en los departamentos de policía y de justicia a nivel nacional son un excelente primer paso para mejorar el reporte de delitos, así como también mejorar la asignación de recursos para la seguridad de las comunidades que no hablan inglés.


Mejorar el acceso lingüístico en los sistemas de justicia dará como resultado reportes más certeros, lo que inevitablemente conducirá a menos casos de violencia y ayudará a salvar vidas.


Cuidados Médicos


A pesar de no tener un idioma oficial, el inglés es el idioma de facto en los Estados Unidos. Y si bien las políticas gubernamentales exigen un acceso equitativo a servicios esenciales como la atención médica, las barreras que genera el idioma continúan afectando negativamente la atención que reciben los hablantes de idiomas no dominantes (cualquier persona que no hable inglés como su primer idioma).


Un artículo en Diabetes Spectrum lo expresó así: “La relación entre la capacidad de hablar inglés y la calidad de la atención médica ha sido establecida por investigaciones que vinculan el dominio limitado del inglés con menos búsqueda de atención médica, calidad y acceso disminuidos a los servicios de salud, peor resultados de salud e incluso la muerte”. Sin una mejora en los recursos de acceso al idioma, es probable que los hablantes de idiomas minoritarios continúen con peores resultados de salud.


Lamentablemente, la menor calidad y el acceso disminuido a la atención médica antes mencionados no se dan solo en situaciones en las cuales solo un pequeño número de personas en los Estados Unidos hablan ese idioma. Casi el 16% de la población de los Estados Unidos habla español, es decir, aproximadamente 53 millones de personas. Si bien una parte de esa población es genuinamente bilingüe, la mayoría todavía prefiere hablar español en situaciones médicas. Por ende, son condideradas como personas con dominio limitado del inglés (LEP por sus siglas en inglés) en las agencias gubernamentales. En consecuencia, a pesar de la gran cantidad de hablantes nativos de español en los Estados Unidos, ellos también son víctimas de peores resultados de salud y acceso limitado a la atención médica.


Esto se ha vuelto más evidente en los círculos de Medicare, donde a los adultos mayores hispanos les resulta más difícil comparar planes, elegir equitativamente opciones de cobertura adicionales e incluso recibir información médica en su idioma nativo.


La falta de diversidad en las organizaciones que atienden a poblaciones diversas es una parte clave del problema. Tanto las aseguradoras como los proveedores de atención médica a menudo carecen de una fuerza laboral que refleje a las personas a las que atienden. Esta falta de diversidad crea no solo una barrera idiomática sino también cultural. Y cuando los pacientes no ven a otros como ellos en los entornos de atención médica, es menos probable que busquen atención médica y que confíen en ella. Esto se ha convertido en un gran problema en los cuidados de hospicio, ya que es mucho menos probable que los pacientes negros y latinos elijan este servicio a pesar de la calidad de vida y el alivio familiar que puede brindar.


Para que los resultados de la atención médica en los Estados Unidos sean verdaderamente equitativos, todo el sistema necesitará políticas de acceso lingüístico más sólidas y más personal multicultural que las implemente.


Preparación y Respuesta Ante Emergencias


Debido al alcance de la transmisión de los medios y los avances en la tecnología meteorológica, estamos en una mejor situación que cualquier generación anterior para prepararnos y responder a los desastres naturales y otras emergencias. Sin embargo, la información difundida solo es eficaz si llega a la población afectada en el idioma apropiado. En 2016, el Departamento de Justicia publicó algunos "Consejos y herramientas para llegar a las comunidades con dominio limitado del inglés en la preparación, respuesta y recuperación ante emergencias". Justo en el primer párrafo, se destacan las consecuencias vitales de un plan de acceso al idioma: "Si las personas con LEP no pueden acceder a información sobre desastres en un idioma que puedan entender, las consecuencias pueden ser mortales”. Por lo tanto, para proteger a todas las personas que viven en los Estados Unidos, la información debe estar disponible en otros idiomas además del inglés.


Por supuesto, la información adecuada en el idioma apropiado es tan importante después del evento como lo es antes de que suceda. Esto quedó muy claro después del tifón Merbok, que azotó la Costa Oeste de Alaska en septiembre de 2022. En este caso, el gobierno federal debía difundir información sobre cómo solicitar asistencia en varios idiomas indígenas; sin embargo, la agencia de traducción que contrataron produjo un trabajo que no solo era de mala calidad sino ininteligible. Lo que se entregó y difundió fue un insulto a los pueblos nativos de Alaska, y finalmente tuvo que ser traducido correctamente por una agencia con sede en Alaska. Pero esto provocó retrasos en la financiación que tanto necesitaban los ciudadanos afectados por el tifón.


Conclusión


En muchas situaciones la capacidad de podernos comunicar de manera efectiva es realmente una cuestión de vida o muerte. En los Estados Unidos, casi una cuarta parte de la población (aproximadamente el 22 %) no habla inglés como idioma principal. Para unos 73 millones de personas que hablan un idioma no dominante, su salud y su seguridad se ven afectadas negativamente por la falta de medidas significativas de acceso al idioma por parte de las organizaciones que se supone que deben serviles. Los derechos lingüísticos salvan vidas. Ya es hora de que estos derechos se tomen en serio en todos los niveles de gobierno y en el sector de cuidados de salud.


*Este artículo fue desarrollado por Irene Gotera, Presidente y Fundadora de Linguistic Justice® como miembro de la Coalición Global sobre Derechos Lingüísticos, en su iniciativa del Día Mundial de Defensa del Idioma (GLAD, por sus siglas en inglés).


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